
La festividad se celebra en homenaje a María del Rosario Quiroga “La Madrecita”, mujer de reconocido predicamento a fines del siglo XIX en el sudeste de Ancasti y Costa de La Paz de donde provienen los pobladores requiriendo sus servicios como sanadora del pueblo;
Ella a cambio, solo recibía materiales de construcción para erigir la capilla (foto 1), que cuenta con un hermoso altar mayor (foto 2) en cuyo muro interior lateral este se empotraron de manera vertical sus restos (foto 3) .

En su niñez quedó ciega, y compartió con su familia -hasta su muerte- una humilde vivienda rural -hoy tapera- (foto 4) donde acudían lugareños que dado el dificultoso viaje tenían que pernotar por lo menos una noche.
Sus seguidores manifiestan admiración propias del fervor popular, calificativos tales como: ¡Una reconocida sanadora !... ¡Una gran Visionaria!, ¡Mujer de milagros…! etc. Cuentan que se dedicó por completo a la atención de las demandas de los sufridos campesinos, quienes concretaron sus anhelos, ya que mediante el trabajo mancomunado de plena colaboración y sacrificio levantaron la capilla, en la cual realizan continuo mantenimiento conjuntamente con la gestión Municipal.
Se debe destacar que en una de las instalaciones anexas a la capilla se conservan las múltiples ofrendas por los favores recibidos.-